La relevancia de los grupos de interés en la estrategia

#stakeholders

Cuando diseñamos un plan de comunicación o estratégico, es crucial mapear los grupos de interés. Debemos identificar a quiénes afecta el problema y quiénes están involucrados con nuestra organización. Esto incluye definir los públicos y los canales de comunicación efectivos.

Es común que los clientes se enfoquen solo en comunicarse con sus clientes finales. Sin embargo, es vital reconocer que existen otros públicos alrededor de la organización, como proveedores, sociedad, Estado, acreedores y partes interesadas internas como accionistas, directores y empleados.

La comunicación integral implica hablar no solo con clientes, sino también gestionar relaciones con otros grupos. Por ejemplo, generar confianza con proveedores no se logra solo contactándolos para pedir facturas o resolver incidencias, sino también compartiendo los logros y objetivos de la compañía.

La teoría de los stakeholders, propuesta por Freeman en 1984, establece que estos son individuos o grupos afectados por las decisiones de una organización o que pueden influir en ellas. Al elaborar un plan estratégico, debemos considerar estos públicos para prever y mitigar posibles impactos en nuestras decisiones.

Freeman sostiene que los negocios deben entenderse como un conjunto de relaciones entre grupos interesados en las actividades del negocio. Crear valor implica interactuar con clientes, proveedores, empleados y comunidades. La gestión empresarial debe enfocarse en administrar y dar forma a estas relaciones.

Scott, en 1987, también aportó al entendimiento de las organizaciones como actores colectivos en un sistema amplio de relaciones. Propuso tres perspectivas clásicas sobre la organización: como sistema racional (resultado de la unión formal de seres humanos para objetivos comunes), sistema natural (miembros con intereses comunes que realizan actividades) y sistema abierto (alianza de intereses mutables de grupos de interés alcanzables a través de la negociación).

El mapeo de stakeholders es una herramienta estratégica para identificar diferentes públicos: promotores (altamente interesados y con poder de influencia), latentes (alto poder de influencia pero poco interés), apáticos (poco interés y poder) y defensores (interesados pero con poco poder).

La comunicación efectiva no solo se basa en mensajes, sino en acciones concretas que generen valor y confianza entre los grupos de interés. Escuchar y adaptarse a sus necesidades y cambios es fundamental para una estrategia comunicativa exitosa.

Finalmente, la comunicación estratégica no es exclusiva de grandes corporaciones; es esencial para todas las organizaciones, incluidas pymes y emprendedores. Gestionar adecuadamente la comunicación con los diferentes stakeholders fortalece la marca y genera un poder estratégico significativo.

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