


En Bilbao,España este edificio escultórico, proeza tecnológica nacida en la imaginación de Frank O.Gehry para el Museo Guggenheim Bilbao, no tardó en encontrar sitio en el corazón de la ciudad, convirtiéndose en un icono reconocido internacionalmente.
Jean-Froncois Lasnier
“La concepción grandiosa de este edificio en su conjunto tiene mayor peso que las divagaciones del arte moderno, y ofrece al visitante la sensación inolvidable de haber vivido, aunque solo fuera por un instante, en un universo creado por el hombre”
Frederick Kiesler
Conocer este icono de la arquitectura mundial, ha sido una experiencia “espacial” y digo “espacial” porque tanto por fuera como por dentro experimentas diferentes formas de percepción del espacio, su altura y sus volúmenes crea espacios que conectan con su función principal que es la de albergar grandes espacios expositivos y también la de brindar una experiencia a los visitantes que lo recorren.
Los puentes interiores generan una sensación de ingravidez, cada vez que los cruzas para ir de una sala a otra o subiendo al piso siguiente, sientes que la gravedad tiene otra ley allí adentro.
Las obras in situ que te puedes encontrar en Guggenheim de Bilbao, son otra conexión como en el ejemplo de Richard Serra con su obra de “la materia del tiempo”, que prolonga esa percepción de un espacio tiempo en expansión, que se mezclan entre sí con el espacio que contiene la obra, no se alcanza a divisar la frontera donde termina el edificio y donde empieza la obra plástica.
Sin olvidar los materiales del edificio que está recubierto de piedra caliza vidrio y titanio, estos materiales aluden justamente al pasado industrial de esta región del País Vasco.
Alejandro Aguirre
Bilbao,España
2021